Prevalencia:
“La ansiedad afecta a muchas personas en todo el mundo. Según un estudio publicado por la Sociedad Internacional de trastornos afectivos más del 10% de la población adulta en España ha sufrido al menos un ataque de ansiedad.”
La ansiedad suele encontrarse entre los motivos de consulta más frecuentes en terapia. No se puede negar que juega hoy en día un papel muy importante, ya sea por nuestro estilo de vida, nuestras vivencias o nuestra gestión de las emociones. Todos conocemos a varias personas que la padecen o la han padecido. La ansiedad es un mecanismo de defensa adaptativo que forma parte de nosotros y que aparece cuando menos la esperamos.
¿Acaso si vieras a un león no echarías a correr?
¿Qué es?
La ansiedad forma parte de nuestra vida ejerciendo una función adaptativa y natural que nos permite estar alerta ante ciertas situaciones estresantes. Sin embargo, hay otro tipo desproporcionada al evento estresante que nos genera un malestar significativo, inquietud e inseguridad.
Como bien hemos citado, al formar parte de nuestra propia naturaleza, tiene un funcionamiento determinado. Aumenta hasta un punto provocando pensamientos catastrofistas, presión en el pecho, aumento de la frecuencia cardíaca, sudoración, sensación de desvanecimiento, cosquilleo en las extremidades, sensación de pérdida de control, etc. Y después de todo esto entre otros síntomas, los niveles de ansiedad empiezan a reducirse una vez llegado al pico de la curva de la ansiedad.
Cuando aprendemos a manejarla y a situarla como parte de nosotros mismos, es cuando comenzamos a restarle importancia y la sintomatología empieza a disminuir.
¿Es grave padecerla?
Padecer ansiedad no es nada grave y ni muchos menos algo que no tenga solución. Según varias investigaciones aproximadamente un 10% de la población ha sufrido una crisis de ansiosa alguna vez en su vida. El problema de padecerla, es que aparezca de tal manera que forme parte de tu día a día y te impida desarrollar tu vida cotidiana con normalidad.
Síntomas:
La ansiedad se puede manifestar de muchas maneras y ante muchas situaciones distintas, dependiendo del tipo. De manera generalizada los síntomas más comunes son los siguientes:
Físicos. Taquicardia, palpitaciones, opresión en el pecho, falta de aire, sudoración, molestias en el estómago (náuseas, vómitos), tensión, rigidez en los músculos, mareo e inestabilidad.
Psicológicos. Agobio, amenaza, ganas de huir, sensación de vacío, dificultad a la hora de tomar decisiones, temor a la muerte.
Conductuales. Dificultades para actuar, impulsividad, dificultad para estarse quieto.
Cognitivos. Problemas de atención, concentración, y memoria. Preocupación excesiva, pensamientos distorsionados etc.
Sociales. Irritabilidad, bloqueos, dificultad para expresar opiniones propias.
Posibles causas:
Casi todos sabemos de que manera se manifiesta la ansiedad, pero lo más complicado es descubrir la causa por la que ha decidido aparecer.
- Las relaciones familiares: la familia suele ser un pilar muy importante. Cuando sentimos que algo no va bien, recurrimos a nuestros familiares o nuestros apoyos en busca de que nos ayuden, comprendan y protejan. Lo que no sabemos, es que en muchos de los casos la ansiedad está directamente relacionada con el funcionamiento familiar y sus conflictos internos.
- Genética: la predisposición genética es una de las causas de la ansiedad. Si en tu familia alguien ha padecido un trastorno ansioso, es más probable que se pueda padecer en otras generaciones.
- Consumo de drogas o alcohol: el consumo excesivo de drogas y/o alcohol pueden provocar trastorno ansioso relacionado con el propio consumo.
- Acumulación de estrés: muchas veces acumulamos estrés relacionado con varias áreas de nuestra vida: trabajo, familia, conflictos sin resolver, responsabilidades, etc. Todos estos factores pueden provocar que tengas uno o varios episodios ansiosos. La causa suele ser una mala gestión del estrés y las tareas acumuladas.
- Un suceso traumático: si se ha pasado por una situación traumática, es más probable que puedas padecer episodios de ansiedad o desarrollar un trastorno ansioso.
- Necesidad de control: las personas que tienden a tenerlo todo controlado, tiene más probabilidades de padecer ansiedad. Precisamente son más propensas a padecerla por la imposibilidad de poder controlarlo todo. Cuando algo se escapa del control, la ansiedad aparece.
- Nuestros propios miedos: todos tenemos miedos que enfrentar. Hay personas que en el momento de tener que enfrentarse a esos miedos, o bien lo evitan o se enfrentan con una terrible ansiedad. Provocando el fracaso y el aumento del miedo, persistiendo así la ansiedad ante aquello que tememos.
Tipos:
En este PDF dividiremos en grupos las diferentes situaciones que pueden provocar ansiedad y la forma en que se manifiesta:
- Situaciones en las que una persona puede sentirse ansiosa ante circunstancias normales como una entrevista de trabajo. El problema es cuando esa ansiedad se generaliza y se siente la mayoría del tiempo estamos ante un trastorno de ansiedad generalizada. Las preocupaciones que sufren estas personas son intensas y no tienen un fundamento claro. Además interfieren con el funcionamiento de la vida diaria como el trabajo, los amigos o la familia.
- Ansiedad con pánico, que se produce de una forma aguda. Las personas que sufren pánico sienten una sensación de muerte o de quedarse sin aire, que puede producir problemas psicológicos y físicos.
- A todos nos ha ocurrido que salimos del coche, nos alejamos y no recordamos si lo hemos cerrado. Este comportamiento es normal y es una forma de estar alerta. Cuando se convierte en algo obsesivo y se comprueba varias veces si se ha cerrado el coche, por ejemplo, estamos ante un problema.
- Ansiedad producida cuando una persona vive una situación de grave estrés debido a una situación traumática. Como por ejemplo un accidente o acoso. La persona puede revivir el hecho que ha experimentado: pesadillas, ira, fatiga, desapego. La persona que sufre este de ansiedad evitará situaciones que le recuerden al trauma vivido.
- Otro tipo de ansiedad es el que se produce en personas que tienen miedo a situaciones en las que interactúan con otras personas. La situación más común es la de hablar en público. La persona siente pánico a sentirse humillada o a que se rían de ella.
Técnicas para calmar la ansiedad:
- La normalización de la ansiedad y los conocimientos sobre ella:
La ansiedad forma parte de nuestra vida y nos avisa de posibles dificultades, por lo tanto, es adaptativa. Empieza a ser un problema cuando aparece en situaciones en las que realmente no debería si se gestionasen de otro modo.
- Piérdele el miedo: tiene su punto mínimo y su punto máximo, lo que llamamos la curva de la ansiedad, cuando llega a su punto máxima su intensidad comienza a descender de manera automática. Has de saber que no te va a pasar nada, viene, permanece un tiempo y después desaparece.
- Para los pensamientos negativos
- Relájate: hay diferentes maneras de relajarse:
- Respiración diafragmática: pon una mano en el pecho y otra mano en la barriga. Toma aire con el estómago y expúlsalo suavemente.
- Relajación progresiva de Jacobson: es un método de relajación que consiste en utilizar determinadas partes del cuerpo de la cabeza a los pies tensándolas y destensándolas para valorar la diferencia entre ambas situaciones.
- Sustituir los pensamientos negativos por otros más positivos
- Solucionar tus problemas y preocupaciones con la técnica de solución de problemas
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Me ha encantado este artículo! Tomo nota.