¿QUÈ ES LA DEPENDENCIA EMOCIONAL?
La dependencia emocional es un estado mental que se puede manifestar dentro de las relaciones humanas, ya sea con tu pareja, en familia o con tus amistades.
Siempre hemos oído hablar de adicciones al alcohol, al tabaco, a las compras, al juego, etc. Pues la dependencia emocional podría resumirse como una adicción más, aunque desconocida. Es una adicción a las expresiones de afecto y se hace todo cuanto sea posible por recibirlo.
CAUSAS DE LA DEPENDENCIA EMOCIONAL:
La raíz de que seas dependiente o no, suele estar en tus primeras relaciones, es decir, en el estilo de apego que tienes provocado por la relación con tu familia, más en particular con tus padres o cuidadores.
La teoría del apego:
Empezaremos este artículo describiendo lo qué es el apego para que puedas entenderlo mejor:
“el apego es el conjunto de emociones y comportamientos que nos empujan a estar junto a nuestros seres queridos o nuestras figuras de referencia que nos aportan seguridad y protección”
Según esto, la teoría del apego dicta que es el estilo de vinculación afectivo ansioso-ambivalente el que provoca que en la actualidad tengas relaciones de dependencia. Este estilo de vinculación afectiva tiene lugar, cuando tus padres o cuidadores se mostraron en algunas ocasiones sensibles y cálidos ante tus necesidades y fríos y distantes en otras. Esto pudo provocar en su momento que tu mostrases inseguridad en cuanto a la disponibilidad de tu figura de apego cuando la necesitabas. Lo descrito anteriormente es lo que ahora provoca que seas dependiente de tus relaciones humanas. Más en concreto de las de pareja. Este estilo de vinculación está caracterizado por una marcada inseguridad y ansiedad ante la separación y el abandono.
Los síntomas característicos de la dependencia emocional no solo tienen que estar ligados al estilo de apego generado por los padres. También puede estar vinculado a una experiencia traumática en las relaciones. Como por ejemplo haber sentido en una de tus relaciones de pareja que la otra persona siempre te mandaba mensajes manifestando el posible abandono. Estos mensajes podrían asemejarse a “creo que lo nuestro no va a funcionar”, “no sé si te quiero”, “tengo dudas”, etc… Estos tipos de mensajes suelen alternarse con etapas de “luna de miel” en las que se demuestra intensamente el amor hacia el otro y en las que todo parece perfecto. Este comportamiento ambivalente genera mucha incertidumbre y confusión similar a lo que se siente cuando se da el estilo de crianza expuesto anteriormente.
SIGNOS DE LA DEPENDENCIA EMOCIONAL:
Las señales de que eres una persona dependiente que puedes encontrar en tu vida cotidiana son las siguientes:
- Ansiedad
- Sensación de no poder vivir sin la otra persona
- Idealización del otro
- Dificultad para ser autosuficiente sin el otro
- Tu pareja está por encima de todo
- Necesidad de aprobación
- Dificultad para tomar decisiones
- Frecuentemente sientes inseguridad “¿habré hecho algo mal?”
- Sientes miedo a que te abandonen.
- Prefieres sufrir antes que abandonar esa relación que sabes que te hace daño, necesitas intentarlo hasta agotar todas tus energías.
CLAVES PARA COMBATIR LA DEPENDENCIA EMOCIONAL:
- Crea conciencia de problema y reconoce que algo está pasando. Si te has sentido identificado con el artículo, puedes escribir en un folio todos aquellos ítems en los que te veas representad@ y narrar situaciones en las que se haya manifestado el problema.
- Enumera todas aquellas cosas que te perjudican y que haces/has hecho por amor
- Alimenta tu estado de ánimo. Haz una lista de todas aquellas cosas que te gustaría hacer y no has hecho por estar más pendiente de otros que de ti mism@. Márcate objetivos en un horario y llévalos a cabo.
- Aprende a compartir tiempo contigo mism@ y a estar sol@. Haz planes en solitario, convive contigo: tómate un café en una terraza agradable, ve al cine, lee algún libro que pueda interesarte, haz ejercicio…
OBJETIVOS TERAPÉUTICOS:
- Baja autoestima: sientes que no te quieres lo suficiente y te comparas con los demás.
- Estado de ánimo fluctuante: cambios de humor constantes entre un estado de ánimo positivo y otro desesperanzador y negativo.
- Sentimiento de culpabilidad.
- Preocupaciones: preocupaciones rumiativas que no puedes eliminar de tu cabeza sobre la posibilidad de abandono.
- Sensación de vacío: es lo que se suele identificar con un agujero en el pecho y ganas de llorar intensas o tristeza.
- Distorsión del autoconcepto (Anulación de la propia personalidad y auto-engaño renunciando a ser tu mism@ y en disposición a cambiar solo para agradar a tu pareja).
- Alta deseabilidad social: necesidad de agradar y satisfacer al otro en busca de la aprobación y la aceptación.
- Dificultad en las habilidades sociales: Te cuesta expresar tus necesidades, opiniones y deseos y te es difícil decir que no.
Si te has sentido identificad@ con la mayoría de estos ítems, probablemente ya te hayas planteado alguna vez que no puedes seguir así, que siempre caes en la misma piedra y que algo tiene que cambiar.
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“Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida solo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No os contaron que ya nacemos enteros, que nadie en la vida merece llevar a sus espaldas la responsabilidad de completar lo que nos falta”. John Lennon.